"A" is for Authenticity
For the Mayen-Solórzano brothers, “Chick-fil-A family” has dual meaning
Growing up on a banana plantation in Guatemala, the Mayen-Solórzano brothers, Carlos and Pablo, learned early on about the importance of education and hard work from their close-knit family.
After college, Carlos left Guatemala for the U.S. With a goal to earn a master’s, he wound up amassing three degrees — a Master of Science in Economics, a Master of Business Administration, and a PhD in Agribusiness. His younger brother Pablo arrived later, earning his master’s degree after becoming an industrial engineer.
“Carlos and I were blessed to have two grandmothers involved in hospitality — one owned a restaurant and the other had a bakery,” said Pablo. “They taught us the importance of generosity, hospitality, striving for excellence and having a positive influence on all those around us.”– Pablo Mayen-Solózano
The brothers would soon discover those same values at Chick-fil-A®, where they would discover food to be more than their heritage, but also their future. The two are now starring in new social spots that celebrate their enthusiasm for the restaurant company.
Introduction to Chick-fil-A
Their introduction to the Chick-fil-A culture began with Carlos’ wife, Carolina, who worked at a Chick-fil-A restaurant while Carlos completed his studies. Within three years she became a franchise Operator, then relocated to Las Cruces, New Mexico, where Carlos settled into academia as a college professor. When their two daughters were born, Carolina wanted to stay at home, but Carlos saw an irresistible opportunity to expand Chick-fil-A in California.
He eventually opened two Chick-fil-A restaurants near Los Angeles: one in Azusa; the other in Glendora.
“I say jokingly that Chick-fil-A put an end to my career plans because nothing else will ever be as rewarding and engaging as the work we do in our restaurants,” Carlos laughed. “The word restaurant comes from the Latin word “restaurare” which means ‘to restore,’ and that’s what we get to do — make our customers feel better and refreshed every day.”
A family business
In 2019, Carlos recruited Pablo to join the now family business.
“I had a great career in consulting, but I needed a change,” said Pablo. “Serving others is something that gives me fulfillment, and I could see that working with Carlos would allow me to do that by making customers happy and helping Team Members advance in their skills.”
Their restaurant business now employs 160 people, some of whom are starting their first jobs while attending high school. Part of the brothers’ practice is to provide everyone who works for them with a life coach to help them plot individual plans for career growth and personal achievement.
“I consider it an honor to help provide life direction and inspiration,” said Carlos, who recently presented 2020 $2,500 college scholarships from Chick-fil-A for 2020 to 16 of his Team Members. “When you work this closely every day, your team becomes like family, and I want these kids to become the best version of themselves.”
Over time, the brothers have found another meaningful aspect of the Chick-fil-A family: other Operators who also came from Central or South America.
“Hispanics are the largest minority in America, and it’s an honor to introduce them to Chick-fil-A and to serve them in their native language,” said Carlos.
The “A” in “Chick-fil-A”
Today, Carlos and Pablo are the newest faces of Chick-fil-A, starring in new social spots that introduce Chick-fil-A to a Spanish-speaking audience. One video explores the question, how do you say Chick-fil-A in Spanish? Another asks Pablo what the “A” in Chick-fil-A means to him.
While both brothers recognize that Chick-fil-A founder Truett Cathy - who also worked with his brother intended the “A” in Chick-fil-A to stand for top quality, they each have other “A” words that describe their experience. For Pablo, the “A” represents the authenticity they provide to Spanish-speaking customers by extending the trademark Chick-fil-A hospitality in Spanish. He also thinks about el amor, the Spanish term for love.
“We are committed to showing love and respect to the communities we serve, whether it’s food donations, college scholarships or gift boxes that help teach STEM or art skills at home,” he said.
Carlos uses “awesome” to describe his overall Chick-fil-A experience, but there’s another “A” term that might sum it up best: American Dream. Carlos and Pablo are living theirs and are making it possible for many other Team Members to follow in their footsteps.
Provenientes de Guatemala, los hermanos Carlos y Pablo Mayen-Solórzano aprendieron desde una edad temprana sobre la importancia de una buena educación y el trabajo duro gracias a su familia.
Al terminar la universidad, Carlos vino a los Estados Unidos para estudiar una maestría, obteniendo tres títulos, una maestría en economía, una maestría en administración de negocios y un doctorado en negocios agroalimentarios de la Universidad Purdue. Pablo, su hermano pequeño, lo alcanzaría después de su maestría en la Universidad de Nuevo México tras recibirse como ingeniero industrial.
“Carlos y yo hemos sido bendecidos por tener a dos abuelas que pertenecieron al negocio de la hospitalidad. Una como dueña de un restaurante y otra como dueña de una panadería”, dice Pablo. “Nos enseñaron la importancia de la generosidad, la hospitalidad, la excelencia y el optimismo para quienes nos rodean”.
Pronto, los hermanos descubrirían que comparten esos mismos valores en Chick-fil-A, donde la comida, más que su herencia, se convirtió en su futuro. Ahora ellos protagonizan unos anuncios en los que celebran su entusiasmo por la compañía de restaurantes.
La cultura de Chick-fil-A es de familia
El primer contacto que tuvieron con la cultura de Chick-fil-A empezó con la esposa de Carlos, Carolina, cuando Carlos estudiaba en Indiana. En tres años, ella se convirtió en Operadora de una franquicia, y se mudaron a Las Cruces, Nuevo México, donde Carlos comenzaría a dar clases. Tras tener dos hijas, Carolina quiso dedicarse a su familia, mientras que Carlos vio la oportunidad de expandir Chick-fil-A en California, abriendo dos restaurantes cerca de Los Ángeles: En Azusa y Glendora.
“A veces bromeo con que Chick-fil-A acabó con mis planes y es que nada es tan gratificante como el trabajo y servicio que brindamos en nuestros restaurantes”, dice Carlos. “La palabra restaurante viene del latin “restaurare”, que significa “restaurar” y eso es lo que hacemos todos los días para nuestros clientes. Restaurarles el ánimo y hacerlos sentir mejor todos los días”.
Un negocio familiar
En 2019, Carlos reclutó a Pablo para unirse al negocio familiar.
“Tuve una gran carrera en consultoría, pero quería un cambio”, dice Pablo. “Servir a otros es algo que siempre me ha llenado de satisfacción y sabía que, con Carlos, podría hacer eso y, a la vez, ayudar a mis compañeros a crecer”.
Ahora, su restaurante cuenta con 160 empleados. Varios de ellos trabajando por primera vez mientras terminan high school. Y además, los hermanos les proporcionan a cada uno de ellos un life coach, para ayudarles a trazar un plan hacia el éxito.
“Para nosotros es un honor darles dirección e inspirarlos a ser mejores”, dijo Carlos, quien recientemente premió a 16 Team Members con una beca de $2500 para la universidad. “Cuando trabajas todos los días con la misma gente, tu equipo se vuelve tu familia y quiero que estos chicos se vuelvan la mejor versión de sí mismos”.
Con el tiempo, los hermanos encontraron que no son los únicos operadores que pertenecen a la familia Chick-fil-A, que vienen de Centro y Sudamérica.
“La comunidad hispana es la minoría más grande en Estados Unidos y es un honor hacerlos formar parte de la familia Chick-fil-A y servirles en su propio idioma”, dijo Carlos.
La “A” en Chick-fil-A
Carlos y Pablo son las nuevas caras de Chick-fil-A en los nuevos anuncios que presenta Chick-fil-A a la audiencia de habla hispana. Un video explora la diferencia entre decir Chick-fil-A en inglés y en español. Otro comercial le pregunta a Pablo, qué significa la “A” en Chick-fil-A para él.
Ambos hermanos reconocen el origen de la “A” en Chick-fil-A del fundador Truett Cathy como un producto y servicio de la más alta calidad, pero al mismo tiempo, ellos retratan sus propias experiencias dándoles un significado personal. Para Pablo, la “A” representa autenticidad, cuando se trata de brindar un servicio auténtico a una comunidad hispana en su lenguaje, con el fin de hacerlos sentir bienvenidos. También usa la palabra “amor” mostrándolo con una anécdota para el día de las madres.
“Estamos comprometidos a mostrar amor y respeto a todas las comunidades que servimos, ya sea por medio de donaciones, becas o regalos que ayudan a enseñar STEM o habilidades artísticas en casa”, añadió.
Carlos usa la palabra “asombroso” para describir su experiencia en Chick-fil-A, pero nosotros diríamos que ellos están cumpliendo el sueño americano. Y lo mejor de todo, es que Carlos y Pablo hacen todo lo posible para que otros Team Members sigan sus pasos.
